CUBIERTA
Siento los pasos de la música tierna y subliminal
Despierto mis oídos, les pido ponerse de pie y temblando
De rencor lo hace poco a
poco; acarician sus venas la sangre azul
Recorre sin piedad salta y brinca por donde se le ocurre
y no nota
Aquella carita de niña angelical y tierna por más llanto que derrama
Parió el
día y la noche con gritos,
cantos y coros
El viento coge el violín y el arpa trata de dibujar a
través de su melodía
Tu semblante, ambos no son capaces de imaginar el tono de
tu cara
Y en conjunto invocan a las trompetas a los clarinetes a los tambores
A los platillos y liras, pero todos encogen su melodía y
susurran de pena
Haciendo un solo puño escavan y exploran todo, pelean contra las rocas
Contra los rayos, contra la oscuridad empeñados en coger tu belleza
Y de ponto el niño que había jugado con los instrumentos
ve una luz
Muy escondida pero clara y como un mendigo implora al
Dios de todos
¡Padre mío y amado! Bendíceme y guíame porque ahí veo a
mi musa
El hombre omnipotente acongojado como si estuviera otra
vez en la cruz
Le dice ¡hijo! Ponte en pie camina lentamente y coge esa barreta y pica
Muy amablemente todas esas rocas que la están cubriendo
pero no te la
Lleves así por así porque su presencia en este paraíso es
única
Y su ausencia sembrará
llantos de todos los colores y de mucha pena.
YESA
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