domingo, 15 de abril de 2012

Recorre  la noche con la pupilas
enraizadas,  en el silencio de la oscuridad
el viento iniciara su vuelo, afincando en el poder
de las dolencias porque tu presencia esta 
ajena  y ausente a mi porque tu sombra cubre todo
tu semblante para negarme tu mirada.
YESA

viernes, 13 de abril de 2012

A los lejos entre los sonidos y las voces
de la noche acongojado y temeroso
doy partida a mis movimientos de a pie
en cada paso mis piernas toman firmeza
porque sus raíces se compenetran, con el 
suelo mi cuerpo se despierta porque su aura
 se aferra a la vida porque en el sueño ajeno dice
 mi alma volaba  por el horizonte hacia el cielo
mientras mis lagrimas dibujaban el camino que 
no debe estar hecho para ti porque como el ángel
tienes que cubrir con tus alas la luz de la vida.
YESA

lunes, 9 de abril de 2012

Alzamos el mismo vuelo
tus ojos y los míos, contemplan
el horizonte del mar mientras las 
olas van adornando nuestra presencia
nuestras mejías  sonríen y la lluvia 
aparece para purificar  nuestro amor
las flautas de los dueños del mar
entonan las melodías mas bellas
 para que  nuestros sentimientos 
vayan floreciendo en el jardín
del mundo que esta rodeada 
del agua cristalino como el 
cristal de tu corazón.
YESA
Por la noche cabalgando
en la paciencia de la oscuridad
entre brisas y melodías de 
trompetas parcas y cargado 
en mis hombros la melancolía
el silencio me puse a buscar
entre las montañas ahumadas 
el color de tu ser porque
necesito del abrigo de tus manos
del arrullo de tus nubes porque 
siento que mi alma estará en paz
solo teniendo el vuelo de tus cabellos
y el aroma de tu rostro para así poder
contemplarla y decirte que eres mi luz
que ilumina mi sendero.
YESA

jueves, 5 de abril de 2012

Las trompetas resuenan y al 
compás de ellas, las palomas
sacuden sus alas para iniciar
a cabalgar por el sendero del 
viento para hallar  entre las nubes
 tu figura.
YESA

martes, 3 de abril de 2012

En mi sueño te vi encadenada
tus pasos estaban presos en el 
desierto tus ojos reflejaban
el deseo de correr 
tu cuerpo estaba cubierto
 por mantos de seda blanco
que al compás de la respiración 
del viento alzaba su  vuelo 
como las cometas de los niños
 que llevan consigo los colores
 del arcoiris por cuyo tunel 
tiene que pasar tu rostro.
YESA